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lunes, 9 de septiembre de 2013

¡Bienvenida la Luna!

Hoy iniciamos un nuevo ciclo de 13 días codificado esta vez por la Luna.


Trece días para la purificación personal y planetaria.
Para disolver, transmutar y reprogramarnos desde el nivel más profundo hacia afuera.

... Luna nos devuelve un reflejo brillante y cambiante de la luz del Sol, que es la dadora de vida en la Tierra y en todo nuestro sistema. A través del brillo y los flujos lunares nos reconocemos en el agua profunda de nuestro subconsciente, el "disco duro" (que es más bien flexible) donde guardamos toda la información con la que elegimos ser programados en esta y otras vidas. Y donde podemos también reprogramar nuestra experiencia en la Tierra. 

Agua es el elemento que nos compone en mucho más del 50%, es el vehículo que almacena y moviliza nuestra información en todo el cuerpo personal y planetario. Simboliza el mundo emocional, que tiene una importancia un poco más aguda de la que solemos darle. 

Las emociones son la conexión entre la Mente Superior y la Materia; es por eso que mueven mucho de lo que sucede en nuestra realidad humana. Son encargadas de comunicarle a la materia lo que sucede en la mente y a la mente lo que sucede en la materia. En la observacion consciente de nuestras emociones podemos reorganizar, transformar y cambiar por completo nuestra materia. Y en el dominio, no el control, sinó el sereno dominio de nuestras emociones, en el llegar a un estado de calma y quietud interior similar al de una gran laguna; es ahí donde podemos, a través del mundo emocional, percibir a la Mente Superior. Recibirla para plasmarla en nuestra materia.

Es por eso que la Luna nos invita a prestarle atención a nuestros flujos y mareas interiores, a lo que se mueve dentro de nosotros cuando nos encontramos y desencontramos, a nuestra emoción contenida como un gran embalse o fluida como un río. Luna nos enseña del ritmo y el progreso natural de la vida. Que siempre mengúa después de llena y siempre crece después de nueva. No se salta ninguna etapa ni se apura ni un paso más allá de lo que corresponde cada noche.

La Onda Encantada de la Luna nos permite sumergirnos en la experiencia de vivir sin tener que evaluar o entender, fluyendo con la intuición y la emoción. Al mismo tiempo, cuando vivimos de esta manera  podemos lograr un entendimiento profundo de todo lo que sucede dentro y fuera de nosotros.
Ayer a demás ocurrió un interesante encuentro entre Venus y la Luna. Desde la Tierra vimos a este planeta ocultarse detrás de ella. Sincrónicamente, en un día "Estrella Cósmica", la Estrella representa también al planeta Venus. Venus nos habla del Amor en todo sentido. Y es a la vez la hermana gemela de la Tierra, que está igualmente predispuesta para la propagación del Amor en la forma de la vida como la conocemos. Venus ocultándose detrás de la Luna en nuestro cielo es una hermosa metáfora de la Estrella Cósmica trascendiendo la Onda Encantada del Guerrero y dando paso a la Onda Encantada de la Luna; donde con el impulso de todo ese Amor movilizamos nuestras aguas más profundas para purificarnos y transformarnos por completo, reconectarnos con nuest
ra intuición más profunda y nuestros deseos más verdaderos.

Durante estos 13 días, prestemos especial atención a nuestros deseos y necesidades más profundos. Esos que recurrentemente vienen a nosotros aunque intentemos no prestarles atención. Ellos son el motor que activa nuestra experiencia en la vida humana. Nuestros deseos, entendidos como la profunda necesidad de una determinada experiencia. Que a medida que nos conectamos más profundamente con nuestra verdadera y más pura esencia, se fusionan con nuestros verdaderos deseos; esa necesidad que tiene nuestra esencia de experimentar qué cosa aquí en la Tierra.

A nivel planetario, la fuga de radioactividad en la planta de Fukushima, Japón; podría representar una valiosa oportunidad para focalizar nuestra atención e intención consciente en la purificación de todas nuestras aguas.

Los Seres Humanos debemos seguir recordando que estamos aquí en la Tierra para ser guardianes conscientes de la vida como ya existe. Y que funcionamos intervinculadamente entre nosotros. Como especie, somos capaces de comunicarnos telepáticamente a grandes distancias, esto es algo normal dentro de todas las especies que existen en la Tierra. Más aún, tenemos la capacidad (tal vez latente) de comunicarnos con las demás especies y con la mente de la Tierra (vean la película Avatar). Pero incluso más que eso, podemos hacer algo al respecto. Es decir, tenemos la capacidad de conscientemente transformar la materia. Es por todo eso que nuestra intención unificada funciona y es capáz de manifestar realidades.

En estos 13 días de Luna, podemos purificar todas nuestras aguas individualmente... Y más aún, podemos colaborar con la purificación de todas nuestras aguas a nivel planetario.

.... De aquí nace un llamado a 13 días de trabajo consciente con esta energía, en el que me siento personalmente muy involucrada. Por lo que publicaré cada día una actualización, en coordinación con la Onda Encantada que estamos transitando. Quien sienta alinearse conscientemente con este proceso bienvenid@!

 

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