Hoy, Mono Eléctrico, la energía se dispone para identificar cuál es nuestro servicio para el propósito de la purificación de las emociones y la reprogramación de las profundas aguas del subconsciente.
La energía del Mono nos invita a jugar, reír y tomarnos las
cosas no tan en serio. Si en los dos días anteriores nos hemos visto inmersos
en cualquier tipo de drama, discusión o liberación emocional intensa; hoy es un
día ideal para “ver el lado amable” y aligerar aún más la carga emocional: No sobre-identificarnos con ningún papel, nada es personal.
Mono es el maestro del disfraz. Puede adoptar miles de roles
y aún no identificarse con ninguno. Aquí la importancia de identificarse o
mejor dicho, encontrarse a sí mismo por completo. En el teatro de la vida,
donde hay tantas máscaras y papeles que representar, el mono en su estado más
consciente nos recuerda que somos pura esencia divina, manifestándose aquí en
una experiencia material. La paradoja es que solo a través de la profunda
identificación con cada rol que representamos, permitimos que la esencia divina
que somos realmente fluya a través de la máscara y a libere. Inundar completamente
con nuestra esencia, cada papel que interpretamos en el gran teatro de
la vida es la clave para no sobre-identificarnos con los disfraces que nos
colocamos.
Es por eso que a Mono le dicen el aprendiz de mago. La magia
nos la demuestra a través del juego y la inocencia, bastante como un niño. En
esta oportunidad el Mono eléctrico es el vinculador de las emociones a través
de interpretarlas y vivirlas en nuestros distintos roles. Podemos observar cual
es la naturaleza del servicio de las emociones. Ellas nos permiten experimentar y liberar
aquellos roles que hemos elegido interpretar aquí en esta Tierra. Porque todos
hemos venido a consciencia para ser parte de este gran teatro en la experiencia
material. Entonces, permitirnos la experiencia de sentir y actuar de acuerdo a
lo que sentimos es esencial para realizar el aprendizaje que hemos elegido al
venir aquí en una vida humana. Hagamos eso hoy. Y hagámoslo a consciencia.
En nuestra búsqueda de la trascendencia y lo espiritual, a veces
olvidamos que también somos materia. Tal vez no recordemos que toda la materia, si
existe como tal, ha atravesado también algún tipo de proceso emocional. Toda
creación material deviene de la Mente, fluye hacia la Emoción y luego puede
Materializarse. El proceso de elevación de la frecuencia o sutilización de la
materia es a la inversa: Cuando la Materia fluye hacia la Emoción y la atraviesa
para alcanzar la Mente Superior.
De esta manera, el Mono también es una energía muy conectada
con la sexualidad humana. Un arte que si realizado a plena consciencia nos
permite hacer ese camino: Materia-Emoción-Mente. Y en comunión, no por nuestra
cuenta sentados en un almohadón de meditación. El relacionarnos íntimamente con
otra persona es representar humanamente un encuentro de dos Universos. Cuando
nos involucramos en una relación íntima o sexual, fusionamos esos Universos al
abrirnos por completo al encuentro con otro Ser. Si se encuentra nuestra
materia, quiere decir que nuestras emociones y nuestro mundo mental ya se han
encontrado. La fusión material de dos Seres Humanos en una relación sexual
puede ser el punto de giro para liberar nuestro mundo emocional y mental en
conjunto. Ésta es una experiencia maravillosa, donde la entrega y la integridad
tienen un papel muy importante. La entrega para abrir realmente nuestro Universo,
desde el corazón. Y la integridad para sostenernos
en nuestro eje Cielo-Tierra al mismo tiempo… Gráficamente se ve como una cruz.
Entrega horizontal desde el corazón, integridad vertical desde el corazón.
Los días de Tono Eléctrico son excelentes para servir.
Servir es entregar nuestra energía horizontalmente desde el corazón, para un
propósito más allá de nosotros mismos. En el verdadero servicio a las
emociones, es muy importante primero encontrar un buen equilibrio en el Amor, lo
que experimentamos el día de ayer debe servirnos primero a nosotros para
llegar a ese punto medio interior entre la entrega desmedida y sin eje propio;
y la contención e inexpresión de nuestras emociones, negar lo que sentimos verdaderamente o cerrar nuestro
corazón. Desde ese punto de equilibrio podemos ahora ser útiles más allá de
nosotros mismos y colaborar con el proceso emocional de todo y todos los que
nos rodean.
Observemos como cada cosa que hacemos es de utilidad al
proceso de alguien más. Aun cuando hacemos algo solo por nosotros mismos,
siempre somos de alguna manera útiles a los procesos exteriores a nosotros. Si
vemos televisión por ejemplo, estamos prestando energía a ese programa que
estamos viendo y estamos siendo útiles al proceso de ser artista de alguien
más. Si logramos ver el servicio en todo lo que hacemos, nuestras acciones se
vuelven cada vez más conscientes y cada vez más conscientemente sostenidas en
el Amor Verdadero. Así es como nuestro corazón se sigue abriendo, hacia experiencias
colectivas de Amor... Después de todo, para eso estamos realmente aquí en al Tierra :)
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