La vida humana en la Tierra es una colección de experiencias. Experiencias que es necesario experimentar, porque conforman el aprendizaje que como humanos hemos venido a realizar en y con la Tierra.
Conforme realizamos nuestra experiencia humana en este planeta, aprendemos y nos abrimos hacia niveles más profundos de sabiduría. La fé, la confianza, la justicia, la obediencia, la disciplina y muchas palabras más, adquieren nuevos y más íntegros significados para nosotros. La fé ya no es en algo allá afuera, que no conocemos del todo pero que concederá nuestros deseos si nos "portamos bien"; la confianza es en nosotros mismos para realizar aquello que nos hemos convocado aquí a hacer; la justicia es divina, por eso es co-creada y organizada desde la Gran Mente Planetaria en esta Tierra... no somos nosotros los justicieros responsables de "robar a los ricos para darle a los pobres"; la obediencia es a nuestro corazón y su pulso que nos informa de la acción correcta en cada momento; la disciplina es el arte de ser fiel a nuestros más profundos sueños e ideales, a nuestras promesas con nosotros mismos y con los demás...
Así, la experiencia humana en la Tierra es una oportunidad para profundizar. Ir hacia adentro y hacia abajo, hacia la materia, el físico, las raíces. Tocar fondo, descubrir lo que está latente y nutre a toda la creación desde lo profundo. Y desde ese corazón profundo en todas las cosas y las experiencias, salir hacia a fuera para compartir con Amor y en Libertad, con Sabiduría.
El día de hoy se nos recuerda lo importante que es el trabajo fisico, el encarnar completamente en todo nuestro cuerpo con todos sus órganos y procesos interiores. Y mantenerlo siempre limpio. Limpio de toxinas físicas, emocionales y mentales. Cada rubro tan importante como el otro.
Para este ciclo de 13 días y en adelante, la forma en la que alcanzamos la purificación de nuestras emociones y la reprogramación de nuestros patrones subconscientes es trabajando en el físico, integrando con sabiduría y amor nuestros aprendizajes y realizándonos aquí en la Tierra como Seres Humanos íntegros.
Lo único que nos diferencia esencialmente a los Seres Humanos de todo lo demás que existe aquí físicamente con nosotros es quizá nuestra habilidad innata para transformar la materia a consciencia. Y aún eso no es tanto así, porque todos los seres vivos en la Tierra somos capaces de transformar la materia, y todos lo hacemos desde la consciencia... Entonces, tal vez lo único que nos distinga de lo demás (si es que hubiera algo) es la diferencia, la separación, el punto de quiebre que nosotros mismos hemos colocado ahí; entre nuestra especie y la creación de la naturaleza en la Tierra. Somos los responsables de habernos disociado de la creación de la Tierra, creyendo que éramos los únicos con "mente" y capaces de racionalizar todo para transformar el planeta que teníamos. ¿Y que hemos hecho con nuestra mente?
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El aprendizaje del Ser Humano es comprender realmente que aquí solo está participando de una gran Mente Planetaria, que a la vez participa de una gran Mente Universal.
Integrar la separación que nosotros mismos hemos decidido venir a experimentar en este momento en la Tierra, conectando nuestra mente a la gran Mente Planetaria y colocando el centro de nuestra experiencia en la Tierra en el Corazón. Desde ahí se proyectan horizontalmente hacia afuera nuestros brazos, con los que podemos compartir en la Tierra. Nuestro compartir y abrazar no se impulsa desde los ojos, las orejas, los genitales o los pies.
Esta comprensión profunda de nuestra participación en y con la creación planetaria, es la semilla de la que brota la sabiduría del Humano. No estamos aquí para controlar la creación; sin embargo es eso lo que hemos intentado hacer. Eso fue lo que nos desconectó en un momento de la Mente Planetaria y por añadidura nos desconectó también de la Mente Universal. Pero ahora es otro Tiempo en la Tierra.
Hemos ido más ayá del punto de quiebre de toma de consciencia humana en este planeta. Y estamos listos para transformar colectivamente y a consciencia, desde la conexión con la Mente Planetaria, toda nuestra experiencia en la Tierra.
Estemos atentos el día de hoy al salto evolutivo que como raza humana estamos dando. Desde ser humanos experimentando consigo mismos y con todo lo demás en la Tierra individualmente, para descubrirnos experimentando aquí colectivamente. Y más aún, todos como el UNO que somos. Para eso es necesario convertirnos en fuertes pilares que conecten el Cielo y la Tierra, lo que experimentaremos mañana con la energía del Caminante de CIelo Entonado.
Por lo pronto, la energía del Humano en la Onda Encantada de la Luna se combina con el tono Autoexistente. Informándonos ¿Cuál es la forma de nuestra acción para la purificación de las emociones y la reprogramación del subcosnciente? ¿De qué manera logramos el propósito que nos hemos asignado el primer día de este ciclo de 13?
Hay algunas preguntas que pueden ser clave para descubrir la forma de nuestra acción: ¿Cuales son mis necesidades? ¿Cuales de ellas puedo suplir en mi interior, conmigo mism@, porque provienen de una carencia emocional que yo pueda tener? ¿Cuales son mis deseos y anhelos más profundos? ¿Qué parte de mi programación actual no está íntegramente alineada con estos deseos y anhelos? ¿Que partes de mi y de mi experiencia como humano en la Tierra no están aún liberadas?
Hoy estamos descubriendo que tenemos la libertad para Ser el Humano que queramos Ser. Ese o esa que ya hemos elegido para nosotros aún desde antes de encarnar esta vez en la Tierra. Y en el o en la que poco a poco, a tavés de experimentarnos humanamente aquí en la Tierra, nos estamos convirtiendo.
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