El Mago es el hombre que luego de experimentar plenamente, atravezar sus profundidades y elevarlas de vuelta al Cielo; se ha conectado otra vez con su naturaleza humana desde un nivel más elevado en su consciencia. Es el sacerdote o chamán que conoce el Universo y la esencia de la creación porque se ha conocido también esencialmente a sí mismo.
El conocerse le permite reconcoer vívidamente que la materia no está separada de la energía; que la Tierra y el Tiempo son dos aspectos de la misma esencia. El Mago se ha hecho dueño de su Tierra y de su Tiempo, integrándolos en sí mismo. Se sabe comulgando con la creación Universal en cada momento; se sabe esencia creativa y creadora, como todo lo en el Universo.
Mago es el Maestro del Tiempo, porque es Maestro de sí mismo. Esto quiere decir que es dueño de toda su energía, ha llamado de vuelta hacia sí todos los aspectos y partes de su espíritu. Y estos se han integrado en un solo, que el Mago permite fluir a través suyo en cada momento. La claridad e integridad en toda nuestra experiencia de vida son muy importantes para que este flujo sea posible.
Llamar a nuestro espíritu de vuelta con nosotros
El Mago hoydía nos puede hacer ver qué tan proyectados estamos en el pasado, en el futuro o en experiencias o personas fuera de nosotros. Todas estas condiciones de la consciencia, si suceden inconscientemente, son fugas de energía en nuestra experiencia de vida en la Tierra.
La auto-observación es clave aquí para reconocer cuáles de estas situaciones estamos propagando inconscientemente y de qué manera lo hacemos:
¿Estamos creando conscientemente nuestro pasado y futuro desde nuestro presente? o ¿Estamos inconscientemente actuando en base a programaciones pasadas e inconscientemente proyectándonos en situaciones ficticias hacia el futuro?
¿Estamos viviendo NUESTRA vida y experimentándonos AQUÍ y AHORA? o
¿Estamos viviendo a través de otras personas o situaciones y/o colocando nuestra energía en el pasado o futuro?
Si descubrimos que parte de nuestra energía está inconscientemente puesta allá afuera en el pasado, en el futuro, en situaciones o personas más allá de nosotros; nuestra tarea es recuperarla de ahí e integrarla en nosotros. Puede ser tan simple como hacer un decreto con la intención clara y permitir que suceda. Después de todo, nuestra energía pertenece aquí con nosotros en primer lugar.
Cuando hagamos este ejercicio, tomemos nota de las situaciones pasadas o futuras y/o personas a las que hemos entregado nuestra energía. Éstas personas y situaciones representarán partes de nosotros que aún necesitamos "redondear", son comúnmente carencias o limitaciones que nosotros mismos nos hemos permitido experimentar. Sin embargo, en nuestro viaje hacia mayores niveles de consciencia, es importantísimo ir más ayá de ellas. Y la clave es sabernos, sentirnos, pensarnos, actuarnos, hablarnos y manifestarnos como seres enteros: Completos en nosotros mismos.
Ésto no quiere decir que no nos involucremos con nadie, que seamos hermitaños o no tengamos ningún amigo. Pero sí que seamos conscientes de las personas con y situaciones en las que nos involucramos, cómo, por qué, para qué y de qué manera nos involucramos y relacionamos con cada una de ellas. Que nos demos el Tiempo y Espacio que necesitamos para nosotros mismos, para recalibrarnos, mimarnos, re-energetizarnos y seguir adelante con nuestros planes de vida; en vez de andar corriendo todo el tiempo sin consciencia de las experiencias que estamos creando y sin evaluar si las experiencias que tenemos (estamos creando) son las experiencias que deseamos.
¿Qué experiencias deseo en mi vida?
¿Mi acción está alineada con estas experiencias?
¿Que me gusta de mi vida en este momento?
¿Qué me gustaría cambiar de mi vida en este momento?
Contrariamente a lo que pudiera interpretarse, la atemporalidad del Mago no es un "ir por la vida sin Tiempo y sin planes". La verdadera atemporalidad es el resultado interior que se obtiene cuando uno se adueña de su Tiempo, de su vida y de sus planes.
Hoy es un buen día para descubrir dónde hemos colocado nuestra energía inconscientemente y recuperarla para nutrir conscientemente las creaciones que deseamos manifestar en nuestra vida, desde lo que el corazón nos pide manifestar y no desde lo que la mente nos dice que debemos o queremos hacer.
También es un buen día para preguntarnos si nuestros vínculos con determinadas personas o situaciones en este momento nos nutren realmente y están alineados con nuestros propósitos. Ahí donde encontremos que estamos dando más de lo que estamos recibiendo, si es que nos pasa, la solución no es precisamente cortar con el flujo del dar sino entender por qué estamos entregando energía de esa manera: ¿Cuál es la "carencia" o la necesidad que pretendemos suplir a través de esa entrega?
Estar al tanto de nuestras "carencias" (va entre comillas porque realmente no tenemos ninguna) nos permite descubrir cuales son nuestras "necesidades" (muy en el fondo tampoco tenemos necesidades...) qué queremos, cómo lo queremos y cuando lo queremos. Conscientizar esto es un gran paso hacia manifestar todo lo que queremos en la vida.
Si nos abrimos a la auto-observación consciente, hoy descubriremos las pistas que nos permitirán equilibrar todo en nuestra creación en esta vida.
La energía del Mago hoy está pauteada por el Ritmo: el
equilibrio en el pulso de toda la creación. Todo en su momento y nada
fuera de Tiempo.
Se trata de encontrar el ritmo en la creación que como Seres Vivos estamos realizando en cada momento. Encontrar el ritmo en nuestra creación y a consciencia, sonarla rítimicamente.
Que no nos sorprenda descurbrir que en nuestra vida sucede exactamente lo que creamos desde nuestra mente subconsciente. Y es por eso que a veces no sucede precisamente lo que conscientemente desearíamos manifestar. La alineación del inconsciente con el consciente es otra de las grandes claves de un gran Mago. Con una intención clara para todo en la vida, el Mago nos permite encontrar el equilibrio en la emoción.
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