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miércoles, 26 de septiembre de 2012

Laguna Azul en Rio Gallegos


Las hermosas personas que nos alojaron en Rio Gallegos nos dijeron que debíamos ir a Laguna Azul  y nos llevaron ahí de paseo.

El texto en la entrada de la laguna lo dijo todo:
"Nada es casual por estas tierras, todo tiene una razón"
Dos patos nadaban serpenteando sobre la laguna
Camila y yo caminamos por distintos lugares. fui hacia el Norte y bajé cerca de la laguna. 

Ahí se hizo un altar


A fines de Agosto, cuando dejé la antigua casa donde vivía en Ollantaytambo (... verdaderamente antigua, porque era un tambo o granero Inca) guardé solo tres maletas y escogí pocas cosas para llevar conmigo en el viaje. Como todo sucedió tan rápido, no tuve tiempo de pensar qué debía llevar y no recordaba lo que traía conmigo. Me sorprendí mucho cuando en Laguna Azul salió de mi cartera un cristal de cuarzo rosado del tamaño del puño de una mano que había guardado desde mediados del año 2011.
Este cristal me lo había dado un hombre medicina de Irlanda que vino a Cusco donde alguien nos puso en contacto para que les ayude con una meditación en Moray. Es decir, en la 3D me contrataron como chamán para un grupo de turistas místicos de Europa. Lo que nos fluyo hacer ese día (después de que les dijera que no era ningún chamán de los que se podían imaginar) fue hacer todos un círculo de limpieza con humo de Palo Santo y luego una meditación donde conectamos con cuatro animales de poder andinos:  La Serpiente, el  Puma, el Condor y el Colibrí.

Al finalizar la reunión cada uno se llevó una punta de Cristal de Cuarzo y el hombre medicina me entregó el cuarzo rosado que pasó por las manos de todos en el grupo. Este señor dijo algo así como: "Este cuarzo estuvo enterrado en mi jardín en Irlanda varios años y sentí que tenía que traerlo a Perú. Es para ti".
Pueden imaginar la cara que tuve cuando el cristal rosado salió de la cartera en Laguna Azul  y recordé la historia. Para colmo, el cristal de cuarzo rosado tiene forma de feto. Veníamos hablando de los hijos y sintiendo la energía de las Malvinas, los dos fetos a los pies de la Gran Mujer conectada sutilmente con todo el territorio. A demás nos acompañaba toda una familia con una mujer embarazada: Sonia y su esposo Demian, su hijo Tommy y Victoria, la madre de Sonia.

Que sincronías estas...

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