Llegó otra vez el 15 de Marzo

El año que acaba de pasar, y me alegro de que ya haya pasado, fue una bonita cachetada a algunos de mis sueños más soñados... Para darme cuenta que no se puede crear un árbol sin raíz, ni puedo mover la nariz como "Encantada" y manifestar eso que toma tiempo, asertividad, paciencia y discernimiento elegir. 

Sobretodo discernimiento. Porque oportunidades están siempre todas ahí, pero este año que pasó aprendí a no ser oportunista. Entendí, quizá de una forma poco amable; Porqué nunca me ha interesado sacar provecho -de nada.

Aprendí desde una nueva perspectiva que "magia" tiene muchos significados y formas de experimentarse, entre ellos "encantamiento", "ilusión" y "necesidad urgente de poner los pies en la tierra".

Velos, máscaras, ilusiones, todo cae en su momento. Y así cayeron.

Estoy feliz de estar aquí.

Ajá. Confieso, que contrario a otros años, hoy me siento extrañamente feliz de celebrar-me el día de mi cumpleaños. Es la primera vez en la vida, desde que recuerdo, que no me siento ni un poquito incómoda, de recibir los saludos, los abrazos, la atención. Siento que de una u otra forma, todo está en su sitio, no hay más ni menos. Creo que he crecido.

La astróloga en mí lo atribuye al ya cumplido retorno de Saturno. La terapeuta dice que es por el trabajo interior. La sacerdotiza canta que he sabido ser fiel a las revelaciones de mis sueños. Y así cada uno de los personajes y personajas que viven dentro mío tienen su decir al respecto... Yo los estoy observando.

Lo cierto es que me siento entera, completa, tranquila

y en calma.

Puedo ver dónde estoy parada.

Ya no cae sobre mí el peso de mi propia auto-exigencia, pidiéndome que dé más, que sonría por compromiso, que responda ese mensaje que se siente como cuchillo, que ofrezca la "otra mejilla" y siga poniéndome de trapo en el piso para que me den más fuerte. No, ahora sé usar el "no", ahora sé cuidarme.

Tampoco está la duda de si debería - colocar aquí cualquier ocurrencia repentina - para no ser quien soy en este momento ni estar en este mismo lugar donde me encuentro. Ni meditar, ni yoga, ni hacer más ejercicio, ni comer menos, ni mudarme otra vez, nada. Aquí solo hay aceptación.

Esta aceptación, esta nueva habilidad de decir que sí y que no, y esta Paz que... Sí, es mi conquista interna. Estos son los cimientos del año que ahora está iniciando. Inicia otra vez, otra vuelta al Sol. Pero en un nuevo momento de la espiral porque soy "la misma de siempre pero no la de antes".

Porque elijo

que todo lo que pasó

y me pasó,

me construya... 

Y me reservo la elección de cómo permito a eso construirme, valga la redundancia.

Ya no permito que el otro me diga quien soy, ni voy a cambiar siempre que alguien tenga una ¿mejor? idea de lo que-, quien y cómo debo ser.

"Ahora ya no me busco más, porque ya me encontré" :)

Y eso, se siente como decir

GRACIAS.