Inspiración de Luna Menguante

Sé una con tu sombra, mujer. Que no te gane por desprevenida.
No te escondas. Abraza tu instinto y cuida, de tu herida.

Creces cuando aceptas sin pensar lo que olfateas y sientes en tu entraña.
Cuando te dejas guiar por aquello que a ciegas puedes ver y en silencio escuchas.

Tu mente no es más que una herramienta práctica. La que sabe está en el vientre, sin tiempo, ni miedo, ni huella. Escúchale. Aúlla. Abre el silencio de la noche y observa.

Acepta, que naciste humana para descubrirte loba. Si eliges, toma fuerza desde la tierra y salvajemente camina, profundizando en la noche oscura de tu bosque.

Pero no pierdas de vista la herida, mujer. No la escondas para olvidarla.
Trae de vuelta tu instinto a la entraña, deja que el miedo te atraviese y abraza.

Mujer, se una con tu sombra.

En la raíz está la semilla del bosque,
no hace falta salir de ahí para conocerlo.

Aunque cuando hemos recogido la semilla
vayamos hacia el bosque para sembrarlo.

... Recuerda Mujer, no te olvides... Recuerda.