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sábado, 2 de mayo de 2015

OSHO: SER MADRE

«Ser madre es dulce.»

¿Por qué? Dar a luz a un niño no es suficiente para ser una madre, recuerda.

De otra forma, hay millones de madres en la Tierra, y parece que no hay dulzura. De hecho, si preguntas a los psicólogos te dirán justo lo contrario. Te dirán que el único problema que hay que solucionar es la madre. La única patología que sufren millones de personas es la ma­dre. Y lo que dicen lo dicen tras cincuenta, sesenta años de conti­nuo análisis de miles de personas. La enfermedad de todo el mun­do tiene un punto básico: que te ha sido dada, que te ha sido transmitida por tu madre.


Hay personas que tienen miedo a las mujeres, y si les tienes miedo no puedes amarlas. ¿Cómo va a surgir amor del miedo? ¿Y por qué tienes miedo a las mujeres?, porque has vivido tu infan­cia con miedo a tu madre. Ella estaba continuamente detrás de ti, ella te estaba martilleando continuamente. Te decía continua­mente que hicieras esto y que no hicieras aquello, por supuesto, por tu propio bien.

Ella te ha lisiado, ha destruido muchas cosas en ti. Te ha hecho falso porque te ha dicho lo que se debe hacer. Te guste o no, surja espontáneamente en ti o no, tienes que obe­decer la orden. Y tú estabas tan desvalido... tu supervivencia de­pendía de tu madre, así que tenías que escucharla. Ella te ha con­dicionado. Y es a causa del miedo a tu madre que tienes miedo a las mujeres.


Millones de maridos están dominados por sus mujeres por la sencilla razón de que sus madres eran demasiado fuertes. No tie­ne nada que ver con la esposa; simplemente están proyectando a la madre en la esposa. La esposa es sólo una nueva edición de la madre. Están esperando de la esposa todo lo que esperaban de la madre. Por un lado, esto los paraliza; por el otro, empiezan a es­perar cosas que no son posibles por parte de la esposa, porque ella no es tu madre. Y se sienten frustrados. ¿Cómo vas a poder hacer el amor a tu esposa?


Un muchacho que ha estado realmente dominado por su ma­dre, que ha sido reducido a la obediencia absoluta, no podrá hacer el amor a una mujer, porque cuando se acerque a la mujer psico­lógicamente se volverá impotente. ¿Cómo vas a poder hacer el amor a tu madre? Es imposible.


Por eso, muchos hombres se vuelven impotentes con sus mujeres, pero sólo con sus mujeres. Con las prostitutas no son impotentes. Es extraño: ¿por qué no son impotentes con la pros­tituta? Por la sencilla razón de que no pueden pensar en su madre como una prostituta; eso es imposible. ¿Su madre, una pros­tituta? La prostituta es un mundo aparte. Pero sí pueden pensar en su esposa como una madre, pueden proyectar a la madre. La esposa se vuelve simplemente una pantalla. Quieren que su es­posa los cuide como a un niño pequeño, y si no lo hace se sien­ten ofendidos.


Hay miles de personas neuróticas y psicóticas en el mundo a causa de la madre.


Y Buda dice: «Ser madre es dulce.» Debe querer decir otra cosa.


¡No puede referirse a las madres judías! No se refiere sólo a dar a luz a un niño; eso no hace que una mujer sea una madre. Ser maternal es un fenómeno totalmente diferente. Es algo ab­solu-tamente humano; trasciende la animalidad. No tiene nada que ver con la biología. Es amor, amor puro, amor incondi­cional.


Cuando una madre ama incondicionalmente -y sólo una ma­dre puede amar incondicionalmente-, el niño aprende el gozo del amor incondicional. El niño se vuelve capaz de amar incondicio­nalmente. Y ser capaz de amar incondicionalmente es ser reli­gioso.

Y es lo más fácil para una mujer. Es fácil para ella porque está preparada para ello naturalmente. Ella está a punto de trascender la biología al ser madre. Puedes ser maternal sin dar a luz a un niño. Puedes ser maternal con cualquiera. Puedes ser maternal con un animal, con un árbol. Puedes ser maternal con cualquier cosa. Es algo que hay en ti.


Ser maternal significa ser capaz de amar incondicionalmente, de amar a alguien por el puro gozo de amar, de ayudar a alguien por el puro gozo de ver a alguien crecer.



Un terapeuta auténtico es una madre.
Si no lo es, no es un te­rapeuta auténtico. Es sólo un profesional que explota a la gente, que los explota porque sufren. Pero un terapeuta auténtico es una madre. Se convierte en un útero para el paciente. Da un nuevo na­cimiento al paciente. Empieza la vida del paciente de nuevo desde el principio. Le da una hoja en blanco para que escriba su vida de nuevo.
A eso me refiero cuando hablo de «la psicología de los budas»; eso es terapia auténtica. Un maestro es un terapeuta auténtico; su mera presencia es terapéutica. Te rodea como una madre. Es una nube que te rodea por todas partes, por todos lados, en todas las dimensiones, como una madre. (6)


(6) Osho-The Dhammapada: The Way of the Buddha, vol. 9, cap. 7.
Osho- El Libro de la Mujer
Capítulo, Maternidad


“La esencia de la maternidad no está restringido a las mujeres que han sido madres, sino que es inherente a hombres y mujeres, porque es una actitud de la mente.
Es amor, es el verdadero soplo de vida.”

AMMA

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