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viernes, 5 de octubre de 2012

El Elqui

"Como era al principio, también es al final.
Cuatro caminantes rumbo al centro van.
Llegan con la tierra, el cielo, el fuego y el mar.
Llegan a ser libre sy por la libertad.
El quinto elemento: la inocencia de Ser y actuar.

Con la sabiduría que llega en el andar.
Los cinco ya regresan, de vuelta a la Unidad.
Vamos que no hay tiempo y los seis van a cantar.
Súmate al camino y desdandarás tu andar.
En la tierra somos UNO y todos su palpitar.

Abrir el corazón sin juicio ni verdad.
Ahí encontraremos lo que es la realidad.
Uno y uno y en el centro sabremos que no hay mitad.
Siempre aquí estuvimos, sosteniendo la unidad.

Soltar, soltar, soltar, que el camino se hace al andar.
Caminas con el viento sobre tierra y mar.
El fuego purifica el andar a desandar
y si todos nos unimos, vamos juntos a llegar. "

Esto escribí llegando al Valle del Elqui en la madrugada con luna y sin sol del 4 de Octubre.

El Embalse de Puclaro 

Llegamos a los pies del embalse puclaro, jutos en un punto donde frente al rio hay una colina en forma de pirámide. La figura de lo acontecido de ve así:


Este dibujo está incompleto. Hoy tiene un huevo bajo la cola del dragón rojo, luego explicaré por que.
Llegando al embalse vimos descender una gran nuve muy larga desde las montañas. Que luego creó neblina y humedad en toda La Serena. Era Tren Tren - Vilú, la serpiente o el dragón de las montañas, que descendía sobre la tierra. Al mismo tiempo que sentíamos a Cai Cai - Vilú, la serpiente o el dragón de las aguas, subir hacia el cielo. Ahí en el cáliz donde se funden en comunión sagrada las dos polaridades de la dualidad en este planeta (Sol y Luna), unificándose sobre la Tierra.

No fue muy fácil llegar al borde del río. El reto no era tanto físico como energético. Los pasos se me hacían muy duros y lentos. Creía que iba hacia el embalse pero me llevé hacia el río justo frente a la pirámide.

Luna y venus montadas en el cuelo de un lado de la Pirámide esperaban en silencio, sosteniendo su brillo en el cielo que ya estava claro, poco antes de la salida de Sol sobre las montañas del Anti: lugar del Sol Nasciente.

Sol se anunciaba con maravillosos rayos de luz que se abrían por sobre las montañas en forma de cáliz. Yo sostenía entre mis manos una piedra que traía desde la Herradura en Coquimbo y otra que recogí camino al embalse. Recordé el agua profunda de Nazca que traía conmigo desde Perú y dejé un poco en el río. Entonces tambipen recordé el cristal de cuarzo rosado de Irlanda y lo sostuve, junto con ambas piedras entre las manos.

Sol y Luna comulgaron, como siempre lo hicieron en cada amanecer de la tierra.

En ese momento, cuatro loros volaron desde el oeste y otras tres aves volaron desde el oeste. Luego dos más volaron juntos en dirección al Sol y fuinalmente una bandada de aves blancas cruzó el cielo. Anunciando todas ellas, que la comunión estaba hecha.

AN, Sol y Luna como Un Solo Ser

Durante toda la noche galáctica, Sol brilló siempre iluminando todo a su alrededor. Desde la tierra, el segundo astro más grande que podemos ver es Luna, que circula al rededor nuestro y nos refleja siempre la luz de Sol. Siempre en la noche y siempre desde un lugar distinto de su órbita.

Sol brilla desde el centro de la galaxia y siempre viajamos a su alrededor. Pero es Luna la que hace el trabajo de viajarnos a nosotros mismos. Y reflejar la luz de Sol para brillarla sobre nosotros en la tierra.

Es por eso que Luna en la astrología rige el inconsciente y las profundidades de nuestro ser.

Durante siglos en la Tierra, hemos llamado a Luna Madre y a Sol Padre. La mayoría de los pueblos de la Tierra vieron en ellos estos roles durante toda la noche galáctica. El Sol masculino, padre, proveedor de luz y sabiduría y la luna femenina, madre, reina de la noche, reflejando siempre el brillo del Sol.

En grandes momentos de cambio como los que hoy vivimos, debemos recordar la verdad más profunda acerca de Sol y Luna.

En algunas de las culturas más antiguas de la tierra, se tuvo a Luna como el aspecto masculino y a Sol como el aspecto femenino de la divinidad. Es importante ahora recordarnos que en tiempos de día galáctico, cuando la unidad está anclada en la materia, la divinidad está dentro de cada uno de nosotros.

Debido al cambio de consciencia planetaria en el período de luz galáctica que está iniciando ahora, podemos comprender desde nuevas (o muy antiguas) perspectivas las tareas de ambos Sol y Luna.

La labor de recorreer la órbita de la Tierra (ciclo más rápido) y reflejar la luz solar, es claramente masculina. La labor de recorrer la órbita del centro de la galaxia (ciclo más lento) y brillar desde adentro, dando vida a todo lo que le reodea, es escencialmente femenina y sostenedora.

Quizá lo más importante a recordar, es que ambos Sol y Luna son aspectos de un todo unificado. Duncionan como uno junto a la Tierra y todo el sistema plametario. En realidad, el Sol, la Luna y la Tierra son los aspectos de la trinidad divina que experimentamos en este planeta.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Abramos nuestros corazones al amor por nosotros mimos, la trinidad, la humnidada, …. porque todos somos uno :-)

vimirehoy dijo...

Gracias por difundir aquello que llega en forma loca por momentos. Te envío un cariñoso abrazo, mientras caminos por esta parte de la vida.