Hay veces que intentamos hacer que las cosas ocurran.
Tratamos de sonreír cuando estamos molestos,
Buscamos tiempo y espacio para encontrarnos pero no sucede,
Abrimos los ojos para estar despiertos cuando se nos caen por el cansancio.
En el apuro de ir por la vida sin estar muy atentos,
incendiamos sin querer toda nuestra casa
con la chispa que podría haber prendido la chimenea
o cocinado nuestra cena.
Tras el desastre, aprendemos a observar.
Poco a poco, la vida nos entrena
para escuchar un poco más
y hablar un poco menos.
Mejor dicho:
Hablar lo justo en el momento correcto.
Sentir más. Disfrutar del silencio.
Abrir los ojos y agrandar la sonrisa cuando nos miramos sin decir nada.
Aprendemos a ir no tan deprisa.
Caminar pasito a paso.
Sin prisa pero sin pausa.
Sin retraso pero con ritmo.
Poco a poco, olvidamos la necesidad de hacer que las cosas sucedan.
Nos vamos abriendo a la posibilidad de que la vida nos sorprenda,
Nos intervenga, nos tome el pelo y nos gire de cabeza,
Nos presente como si de una exposición artística se tratase.
Donde seríamos a la vez el lienzo y el pintor,
Nos vamos abriendo a la posibilidad de que la vida nos sorprenda,
Nos intervenga, nos tome el pelo y nos gire de cabeza,
Nos presente como si de una exposición artística se tratase.
Donde seríamos a la vez el lienzo y el pintor,
a la vez el auditorio, la audiencia y el cantante.
Poco a poco, soltamos las amarras de encontrar lo que esperamos,
dejamos el gusto de esperar lo que deseamos
y nos rendimos al gran deseo de experimentar sin proyectarnos.
A veces, ya no intentamos hacer que las cosas ocurran.
Sonreímos cuando estamos felices, lloramos cuando nos sentimos tristes,
encontramos sorprendidos lo que no andábamos buscando,
bailamos si hay música, dormimos si sentimos ganas, agradecemos si estuvo bueno.
Poco a poco, pasito a paso,
casi de la misma manera...
El Sol se levanta por encima del horizonte cuando la Tierra gira,
la Luna crece después de desaparecer durante tres días del cielo.
El Ser Humano ingresa en el ritmo que ya le habita,
Y despega entonces desde el corazón.
Floreciendo, manifestando,
Pasito a paso, poquito a poco,
Sus sueños más nobles,
su arte más salvaje,
Su Amor
Su Amor
más Puro.