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viernes, 1 de mayo de 2015

La Tierra: Erupciones Volcánicas y Terremoto en Nepal, Empoderamiento Femenino y Caída del Viejo Paradigma.

Es inevitable que el ser humano busque respuestas y aprendizajes en aquello que es más grande que sí mismo. Yo diría a demás de inevitable, es lógico y comprensible, que miremos hacia la Tierra para comprendernos a nosotros mismos y viceversa.


Siendo bichos vivientes que coexisten encima de una gran esfera que flota en un gran "vacío" girando al rededor de otra gran esfera que ha hecho combustión desde su interior... Y sabiendo todo ésto. ¿Cómo no vamos a mirar hacia los cielos con asombro y preguntar a las estrellas nuestras preguntas? De ahí que viene la astrología y la fascinación de algunos o muchos de nosotros por aquello que está "más allá" que nos lleva a medir el milagro y convertirlo en ciencia humana.


Pero estaba hablando de la Tierra. La Tierra que también así como el Sol, los demás planetas y todas las estrellas es otra de esas esferas que dan vueltas por ahí. De hecho, en lo que me compete como humana debo admitir que en primer lugar está la Tierra. Porque sin Tierra no tendría yo ésta humilde experiencia de vida. No tendría éste cuerpo ni sería ésta madre ni podría viajar al rededor del Sol como lo hacemos junto a la Tierra si no hubiera Tierra... Son cosas quizá muy básicas, pero que en el recorrer de la mente sus propios laberintos se nos escapan fácilmente.


Entonces la Tierra. Y la Tierra dando alaridos volcánicos en todas partes ultimamente. A lo largo y ancho de sus columnas vertebrales montañosas. La Tierra sacudiendo fuertemente otro de sus puntos energéticos en Nepal. La Tierra queridos amigos, que está viva y se comunica cada día con nosotros.


A mi me gusta pensar en la Tierra como una mujer. Tal vez porque es esfera y no cubo, tal vez porque yo sea mujer o tal vez... Porque es lo femenino que da vida a la vida. Que nutre y contiene. Yo veo en la Tierra un gran vientre de alquimia interior que nos provee de todo lo que precisamos, que nos gesta. Veo un gran vientre en éxtasis libidinoso, en unión sagrada que provee y rebrota de abundancia por todas partes. De vida que no se cansa de seguir viviendo, muriendo, viviendo, muriendo, viviendo...


Me pregunto dónde estará la semilla masculina de éste Yanantin (unión sagrada) en la Tierra. Veo el Sol en su centro. La esfera luminosa que brilla en su núcleo... Ese lugar donde Julio Verne y tantos otros han soñado con llegar: El centro de la Tierra. A donde nos enraizamos los que lo hacemos cada día en nuestras meditaciones. Como si fuéramos árboles que desde ahí se nutren.


En esos enraizamientos me vienen ideas muy interesantes. Ántes del 2012 veía cavernas de cristal ahí adentro. Desde el 2012 y en adelante veo un gran Sol. Brillante y luminoso como el Sol que vemos en el cielo. Es el Gran Sol en el Centro de la Tierra. ¿Será ese Sol aquel masculino sagrado que ilumina y vibra en el centro de la madre orgásmica que nos está creando?


Últimamente... Desde diciembre del año pasado, vengo observando imágenes de fuego dentro mio. Fuego que refleja procesos personales interiores, si claro. Todo lo que veo soy yo misma y no hay mas vuelta que darle... Mas, es fuego que al mismo tiempo en esas visiones está colocado en ciertos lugares sobre la Tierra. Y resulta que desde diciembre del año pasado éstos ciertos lugares vienen encendiéndose en fuego.

La Tierra está vivia y se comunica con nosotros siempre que estemos dispuestos a escucharla. Ella nos tiene y contiene a todos y siempre nos está enviando sus mensajes en forma de impulsos energéticos que nosotros traducimos en expresión de cualquier tipo. Así como los bebes que cuando lactan reciben información de los cuerpos de sus madres a través de la leche materna; nosotros recibimos información del cuerpo de la Tierra todo el tiempo. De hecho comemos ésta información en forma de plantas y algunos también de animales.




 

El Empoderamiento Femenino y la Caída del Viejo Paradigma


Disculpen las feministas, pero no me considero feminista. Solamente estoy observando un movimiento natural en la esfera humana y Terrestre... Cuando yo veo los volcanes o las volcanas echando lava y ceniza no puedo evitar pensar en enormes vaginas que mestrúan. O que derraman sus fluidos vaginales orgásmicamente. Tampoco puedo evitar pensar en glándulas pineales que se iluminan y desbordan en luz, creando esas esferas brillantes que hemos pintado alrededor de las cabezas de los seres iluminados.


Cuando veo los videos del terremoto en Nepal, esos templos y Buddhas que se rompen y se caen a pedazos por la sacudida y voluntad de la Tierra... No puedo evitar ver algo que parece el cumplimiento de alguna profecía. Me imagino si les pasara eso a todos los Intihuatanas en los Andes (Templos del Sol/ Lugares donde se amarra el Sol) o a todas las iglesias católicas... Algo nos dice la Tierra con esa sacudida en ese lugar.


Para mi que éstos dos sucesos están hablando de la misma cosa, un ying-yang  de tierra y fuego que demuele lo viejo y hace nacer lo nuevo. El paso de la Kundalini (energía vital) de la Tierra desde oriente hacia occidente. Lo que tantos grupos místicos de todo tipo ya han dicho, la Tierra nos lo está confirmando.



El Equilibrio de los Elementos en Nosotros


Junto con las visiones de fuego que llegaron en diciembre del año pasado, llegó tambien la visión de muchos seres humanos, que cada uno a su manera, se empoderaban equilibrando los elementos dentro de sí mismos para sostener energéticamente desde la consciencia mamífera, el paso de la Kundalini de la Tierra hacia los Andes.


Si la Tierra es un gran organismo vivo, nosotros somos células que viven dentro de ella. Pero lo que nos es característico es que tenemos "consciencia"... ¿Tenemos consciencia o tenemos mente humana? ... Como para hacer el juego más divertido, podemos tener ambas cosas. La mente humana es la mente humana, está llena de recuerdos y de pensamientos de todo tipo, que se contradicen a sí mismos también, que pueden crear cualquier realidad coexistente con cualqueir otra. Que crean Pokemón y Papá Noel y también crean las alegrías y tristezas de toda la humanidad...


La consciencia humana o mamífera... Me parece que es aquello que puede observar la mente. Ese neocortex cerebral que en los humanos está en evolución en éste momento, que se enciende en luz cuando tenemos un orgasmo o "nos cae una ficha" como dicen y nos ilumina. El mismo neocortex que en los delfines ya está bastante evolucionado, así como que ellos tienen batante bien interconectado el lado derecho y el izquierdo del cerebro. ¿Quien dice que los delfines no evolucionaron a tal punto de estar al 100% entregados al difrute en el momento presente sin ninguna preocupación? ... ¡Yo también quiero eso!


Ese neocortex nos anima a pensar fuera de "la caja" donde está la mente humana y el viejo paradigma. Ese neocortex nos está ayudando a evolucionar... ¡Y crece cada vez que tenemos un orgasmo! o cada vez que meditamos... Ésta es la naturaleza hablándo con nosotros nuevamente: La evolución natural de la consciencia mamífera va de la mano con el disfrute y el encuentro con ese universo interior que existe en paz en el momento presente... Ésta ya es materia para algún otro artículo enterito... Pero por el momento, aquí una definición del cerebro triúnico que puede enriquecer ésta visión.


¿Qué tiene que ver el neocortex cerebral y el equilibrio de los cuatro elementos en nosotros? ... Si el neocortex cuando lo activamos nos ayuda a pensar "fuera de la caja", quiere decir que nos permite mirar más allá de lo evidente. Lo que abre las puertas para que actuemos de distintas formas.


Para los alquimistas, hay una exactitud proporcional entre los cuatro elementos que genera el oro alquímico. Y esto se refleja también en el ser humano. Hay una exactidud proporcional, un equilibrio entre nuestra Tierra (Cuerpo), Aire (Mente), Agua (Emociones) y Fuego (Voluntad); en equilibrio con el quinto elemento: Éter (Espíritu); que nos convierte en oro... No precisamente en un lingote de 60 kilos ... Pero sí en un ser humano que está estable en su equilibrio alquímico y ésto le hace brillar luminosamente como el oro.


Éstos seres humanos existen (y en gran cantidad) en toda la Tierra. Y una meta, de esas que tengo profundamente enraizadas y muchas veces ha estado oculta dentro de mí, es que todos nosotros encontremos éste equilibrio para convertirnos en el oro que brilla en la Tierra. Porque creo y confío en que es posible... Pulir el diamante de nosotros mismos hasta que implosione y se convierta en oro. Abriendo las puertas a la nueva era dorada de la Tierra de la que mucha gente ya está hablando y en la que me he propuesto colocar toda mi energía.


Porque a cada uno nos corresponde nuestra parte. Hacer oro de cada uno de nuestros días, vivir nuestro paraíso en la Tierra, en la vida, en ésta vida que es la que tenemos HOY.


Como dicen los Pillanes Mapuche en su comunicado acerca de las recientes erupciones volcánicas:

"... Es decir, que cada persona debe ser parte de la tierra y no dueña, debe respetarla y tomar de ella solamente lo necesario para vivir y para mantener el equilibrio."

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